La primavera se acerca, pero
algunos ya han celebrado la llegada de los meses del año en los que vuelve la
vida a la naturaleza, y es que el Año Nuevo Chino celebra el Primer Día de la
Primavera en febrero. El calendario lunisolar que utiliza esta cultura
implica que el año nuevo debe celebrarse el día en que el equinoccio de
primavera y el solsticio de invierno son equidistantes. Es entonces cuando se
espera a la primera luna llena y ese será el día que comience el nuevo año.
Este último mes de febrero han celebrado ya el año 4713 con sus familias y
amigos, al igual que lo hacen el 31 de diciembre los occidentales. Tras quince
días, con la primera luna nueva, se clausurará la celebración con el Festival
de las Linternas.
Lo primero que hacen los
habitantes de China es limpiar su casa durante semanas y de forma exhaustiva,
para recibir el año de forma impecable. El mismo día de Año Nuevo, habiéndolo
preparado también semanas antes, las calles y las casas se tiñen de rojo. Este
color es el que ahuyenta a Nian, un monstruo de la mitología que en este día
aparece para atacar a la gente una vez que se le han acabado las reservas de
alimento que tenía para el invierno, cuenta la leyenda. Como este ser maligno
viene una vez ha caído el sol, a medianoche, también para asustarlo, se tiran
ruidosos petardos y coloridos fuegos artificiales. También se colocan
guardianes en las puertas con el objetivo de que no entre en las casas a
comerse a sus habitantes, y estos guardianes, como es tradicional, deberán ser
animales del Zodíaco pintados o vestidos también de color rojo.
Por esta misma razón también se
hace la Danza del Dragón (Wu Long) y la Danza del León (Wu Shi), que combinan
artes marciales con movimientos que recuerdan a un baile tradicional y
trepidantes acrobacias. El Dragón chino, que representa la sabiduría, el poder
y la riqueza, lleva la mala suerte a los espíritus para ahuyentarlos. Este
Dragón, hecho de bambú y sujeto por una docena de bailarines, se cubrirá con
telas de colores, significando cada uno una cosa diferente: verde para mejorar
la cosecha, amarillo representando el Imperio, oro y plata para traer
prosperidad o rojo para atraer la buena fortuna. La Danza del León, por su
parte, cuenta únicamente con dos bailarines, que serán bailarines
experimentados, músicos y acróbatas al mismo tiempo, que se encargan de ahuyentar
a los malos espíritus.
También para espantar a los malos
espíritus, como hemos dicho, se tiran cohetes y fuegos artificiales, por lo que
se han convertido en una tradición muy extendida. Tanto la mala suerte como los
seres malvados se asustarán con los petardos y el fuego al hacer éstos mucho
ruido. También se hace esto porque los petardos despiertan al dragón que trae
la lluvia de la primavera, que es la temporada en la que se siembran los
campos. Este lanzamiento es el que marca el inicio y el fin de las fiestas, y
durante los días de celebración que están entre el Año Nuevo y el Festival de
las Linternas serán el Dragón y el León los que se encarguen de ahuyentar la
mala suerte.
Una tradición también muy popular
es la entrega de Sobres Rojos a los niños. Son unos sobres brillantes,
adornados con el color de la buena fortuna y letras doradas con mensajes de
prosperidad o dibujos de los símbolos tradicionales de la buena fortuna. Los
sobres llevarán dentro billetes nuevos, nunca monedas, y la cantidad entregada
dependerá de la edad del niño o de la relación que tenga con él la persona que
se lo entrega. En la Danza del León, esta figura también “traga” sobres para
tener buena suerte, además de que así se entregan donativos a los acróbatas que
realizan el baile.
Para estas fechas se prepara un
festín especial, repleto de comida típica y “comidas de la buena suerte”.
Hablamos de comidas que traen a nuestra familia abundancia, como ocurre con los
camarones; las riquezas que nos trae el pollo; longevidad de los hongos y los
tallarines largos; la buena suerte que ofrecen los dumplings (bollos al vapor);
prosperidad, de las naranjas; la paz de las manzanas o la buena fortuna que
traen las mandarinas. Como vemos, desde los entrantes hasta los postres, cada
plato tiene su propio significado, como puede ser también la sopa que trae
mejoras con respecto al año anterior o los vegetales verdes para conseguir
buenas cosechas en el año que entra.
Además, esta celebración, que
reúne a las familias chinas, dura quince días, que se cierran con el Festival
de las Linternas. Durante esta última festividad se lanzan farolillos de papel
de arroz con una linterna dentro para que asciendan hacia el cielo, con el fin
de que traigan buena suerte. También hay grupos de artesanos que fabrican una
linterna gigante representando al animal del zodíaco que corresponde a ese año
para lanzarla también. Pero antes de esto,
durante los días de celebración del Año Nuevo las linternas o “globos
del deseo” estarán colgadas en las calles y en las casas. Por supuesto, este
día también se harán las Danza del Dragón y del León, se lanzarán fuegos
artificiales y las familias se reunirán para comer un gran festín.
Se trata de una fiesta única, que
está empezando a celebrarse también fuera de China, en las grandes ciudades
occidentales que cuentan con un gran número de inmigrantes, asentados en los
conocidos “barrios chinos”. Colores, música y alegría durante quince días
mágicos, que pretenden atraer la paz y la prosperidad a todos aquellos que se
encuentren al rededor. Y tú también puedes disfrutar conociendo la cultura
china desde dentro, pues hay muchas empresas que se dedican a ayudar con todos
los trámites de tu viaje para conseguir el visado a China y poder disfrutar de
la experiencia a 100%. Estas empresa acercan la cultura oriental a todos
aquellos que quieran conocerla y disfrutarla. Costumbres, protocolos, la
lengua, los gestos... todo es diferente en la otra punta del mundo quieren ayudarnos
a comprenderlo y poder aplicarlo a nuestra vida diaria. China se está moviendo,
y y quizás ha llegado la hora de movernos para comprender mejor a estos nuevos
y encantadores vecinos.
Fuente de información: Haike Group
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